martes, 23 de septiembre de 2008

gas natural comprimido

De novios hacía poco. Pasó todo el Domingo en al casa de ella donde hubo asado, coca, vino, pan, helado, café y galletitas. El primer aviso de su cuerpo lo recibió a las 7 de la tarde, pero no daba para utilizar su baño todavía; no para hacer eso. Hizo pis varias veces, hasta que no pudo ir sin que le den retorcijones. En un momento de desesperación, fue nuevamente al baño de abajo, donde en cualquier momento alguien podía tocar la puerta, o lo que es peor: podían entrar atrás suyo antes de darle tiempo al olor de emprender la retirada. Abrió las canillas y liberó un pequeño gas, que vició en pocos segundos el habitáculo. Su instinto de supervivencia lo previno de dejarse llevar por la naturaleza, la mente dominó al corazón y pudo salir de ese baño sin haberse desecho de nada.
Tipo 10:30 ya no había forma de sostener el gobierno de facto de la cabeza y encima, ella se estaba poniendo cariñosa. Simuló un poco heroico malestar y logró que le llamara un remisse. Ya en la puerta, y con el vehículo por llegar, comenzó el ritual de despedida, y ella, sumamente perceptiva, lo notaba disperso, pero le adjudicó la dispersión a su malestar, y no estaba tan errada, salvo que su malestar no tenía origen donde él le había dicho. En fin, con el remisse en puerta, huyó de los brazos de su amada. Dio dos pasos y pisó una baldosa floja, que si bien no lo escupió, produjo un movimiento inesperado y dejó salir otro poco de veneno. Era una fría noche de invierno. Cerró la puerta del auto y se percató que algo lo había seguido hasta allí adentro. El chofer también se percató, ya que no dudó en bajar un poco la ventana.
El viaje le pareció más largo que los de Colón, pero finalmente vio tierra firme. Le solicitó al navegante unos minutos para bajarle el dinero.
Llego a su casa, pero no llegaba, entonces sólo pensó en su baño y allí se dirigió raudo. Un tiempo después salió, relajado y feliz. Su madre le sirvió comida y el acudió, pero antes prendió el MSN para ves si había alguien. Había alguien, así que agarró el plato y se lo llevó a la PC, donde chateó hasta altas horas.
Al día siguiente llamó a su novia, para contarle que ya se sentía bien, y ella le tiró un “me tenías preocupada” que lo arrancó de su letarguismo de lunes. Ante su silencio, ella tomó la palabra “nunca le pagaste al tachero… ¿qué te quedaste haciendo?”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Flaco (por no decir lo contrario)..quiero mis derechos sobre el nombre...Sabes quien soy...y te estoy buscando...
roland garron..me pertenece...reparti...

Anónimo dijo...

jaja. A quién no le pasó! Aprovecho el anonimato (Aunque sé que Roland sabe quien soy) y me entergo a la auiencia para contar que a mi me pasaba muy seguido. Para decirlo directamente, depués de mucho franeleo, se venían las faltulencias. No se si tenía que ver con la calentura o qué, pero se me venían de esas que producen retorcijones.... He pasado momentos de mucha angustia, por suerte siempre venían después de los momentos de mucha felicidad. "Deber ser normal" pensaba yo. Nunca vi un médico por el tema. Ud. lo logró otra vez Roland. "Hay anécdotas que trascienden a las apersonas..."

Roland Garrón dijo...

Cuando este blog pierda su columna vertebral -contar, no delatar- y trate de emular al fenicio de Jorgito Rial, podremos repartir las ganancias acumuladas a medida que le cortamos la cabeza a los -por ahora- ignotos personajes. Reflexionemos juntos, querido extorsinista, que sucedería si ud. comenzara a aparecer en este espacio, haciendose un lugar entre varios de sus amigos? le gustaría que su nombre circulara?
Anónimo: No te tenemos miedo!...y te tenemos la manzana rodeada.

Anónimo II, a ellas les pasará?

malena dijo...

Jajaja, no! Nunca había escuchado algo así! ¿Será un síntoma masculino generalizado? ¿O son sólo ustedes?