martes, 21 de octubre de 2008

si, quiero

El viernes de un finde con casorio, superclásico y día de la vieja, se acostaron a las 3 am luego de haber acompañado a la madre de ella, suegra de él, al cumpleaños de una amiga comerciante. Durante el cumpleaños se tocaron temas como el precio de los alimentos y mascotas en alza, pero el cenit fue cuando el tema era los ladrones/mendigos que solicitaban dinero y cómo nunca había que ceder. Ese mismo accionar se debía repetir al momento que un cliente solicitaba monedas, incluso se jugueteó con la idea de llevar los precios a alturas que imposibilitaran la devolución del metal acuñado.
El sábado se despertaron a las 7.30 de la madrugada para ir en busca del auto que el tío de ella les había prestado, el asunto es que la mujer de su tío (están a tiempo de dibujar el árbol genealógico: ella y él de novios. La madre de ella –con amiga comerciante- tiene un hermano, casado, con auto), les entregaría el auto a las 9 de la mañana del sábado -…- en Ramos Mejía, a dos recorridos de Bondi completos de distancia. Eran las 9.30 y estaban a tan sólo 20 cuadras cuando por celular la mamá de ella les informó que la dueña del 50% del rodado se había percatado –la noche anterior- que el mismo tenía un problema eléctrico, por lo que no se los prestaría. Buena mina.
A las 11 llegaron terminaron el paseo por el conurbano, estaban igual que a las 7.30 pero con casi 4 horas de Bondi encima. Una buena: se había pactado con la hermana de la madre (la tía, sigan con el árbol) el préstamo del auto, pero que estaría liberado recién a las 4 de la tarde, en Castelar. ¿Mencioné que el casorio era en Luján?
Durmieron un rato en casa de ella. Su madre se fue a la peluquería a las 15. Su novia partió, para enfado de la madre, a las 16. El horario fijado por la madre/suegra para salir de la casa en taxi a Castelar (queda camino a Luján) era las 18.45. Ya estaba cambiado la primera vez que su suegra rezongó por la impuntualidad de su hija/novia, quien llegaría finalmente a las 19 para cambiarse y pintarse (“en 10 minutos” sic.). Las pinturas? –en mi cartera. No están. Las pinturas?... Obvio, en lo del novio, a 30 mangos en taxi ida y vuelta, con un chofer que trató por todos los medios hacer el viaje extensivo hasta Castelar. 19.35 llegó el otro taxi, la novia del joven, la madre de la novia del joven y la prima de la novia del joven se subieron atrás; él, adelante, en un asiento que entre el respaldo y donde-va-la-cola producían un ángulo agudo (ver manual de matemáticas de 4to grado). 35 minutos a Castelar, pero el auto estaba ahí. Con el joven al volante partieron. Había que estar a las 21, llegaban justo. De pronto el ringtones monofónico de la madre/suegra/tía los sacó de la charla y más aún lo hizo el “no me vengas con eso de los secuestros truchos a mí, hoy se casa mi sobrino” que la señora le disparó a su interlocutor y cortó. Silencio de incógnita. Ringtone monofónico nuevamente y en la pantalla el nombre de la hija/novia/prima… rarísimo… Era el tachero que los había dejado en Castelar (no hacen falta más detalles).
Ringtone monofónico por tercera vez… Era el sobrino/futuro-marido/primo, la madrina (hermana del futuro marido) no llegaba y le pedía a la madre/suegra/tía, que además fuese Madrina, no apto para cardíacos.
A cuadras de la Basílica se encontraron con un Ford T que paseana a La Novia por la cuidad. Bocina, gritos, algarabía… habían llegado a tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Falto un detalle...
el tachero intento chantajear a la madre/ suegra/ tía para devolverle el celular!!

Fdo: hija/ novia/ prima

Roland Garrón dijo...

A no adelantarse... que hay una Parte II.